El lodo convencional contiene mucho aire, con un contenido de aire de 7% a 10%. La presencia del aire impide la humectación de las partículas sólidas y el agua, reduce la plasticidad del lodo, aumenta la deformación elástica del lodo durante el moldeo y provoca el defecto del producto. Tras el descascarillado del lodo al vacío, el volumen de aire del lodo puede reducirse de 0,5% a 1%, y debido al efecto de amasado y compresión del tornillo sobre el lodo, se mejora la estructura direccional del lodo y los componentes son más uniformes. Se reduce la contracción del cuerpo verde, se duplica la resistencia en seco y se mejora significativamente el rendimiento del producto.