La tierra se infiltra agregando agua, agitándola con un mezclador, triturándola con un par de rodillos y luego mezclándose con una máquina de barro. Finalmente, entra en la máquina de fabricación de ladrillos de arcilla al vacío y se moldea en varios ladrillos y tejas. Los productos que salen de esta máquina tienen las ventajas de suavidad, dureza y menos impurezas.